Crónica de la temporada a Pequín
Del 18 de febrero al 10 de marzo hacemos temporada con TRIPULA en el Tian Qiao Performing Arts Center, de Beijing.
Es la primera vez que la compañía sale de Europa, y aterrizar en China ha estado chocante, positivo y sorprendente. Otras compañías catalanas ya nos lo habían advertido (unas cuántas que ya han ido!), pero hasta que no lo vives en primera persona no te acabas de hacer a la idea.
Un bagaje más: unos bagajes menos
El trabajo previo al viaje quizás fue la más complicada, puesto que por motivos obvios de gastos de carga la organización nos pidió de construir la mayoría de artilugios de la escenografía. ¡Incluso, querían reproducir el globo! ¡Pero ya dijimos que no era negociable!
Finalmente, la plataforma sabática, el generador de Gas Montgolfier, el cesto transportador y algún otro artilugio ha sido construido allí, de manera impecable.
Piruetas lingüístico-espaciales
Como algunos de vosotros debéis de saber, TRIPULA navega por mundos imposibles, a través de una voz, mezcla de GPS y guía turístico. Pep y Jordi, dependiendo del idioma en que lo traducimos, hablan más o menos. En el caso de la versión italiana, francesa o inglesa, ningún problema. Cuando lo hemos hecho en euskera, ellos hablan castellano. Y cuando la voz habla alemán, ellos hablan inglés.
En este caso, hemos tenido que hacer una pirueta especial. La voz es en chino mandarín, los dos actores hablan en inglés y un tercer actor chino, proporcionado por la organización, hace la traducción simultánea.
Justo es decir que esta “logística escénica”, que a priori podría parecer pesada, ha resultado ser una fuente más de humor, ¡puesto que Pep y Jordi han incorporado plenamente el traductor a la tripulación! ¡Es que TRIPULA es un espectáculo muy maleable!
Un crucero de lujo
Nuestro viaje en globo estático, alocado y low-tech, en China, es un lujo. Los precios de las entradas de TRIPULA su 280¥, que equivaldrían a unos 40€. Esto nos sorprende, teniendo en cuenta el nivel de vida chino: los sueldos base es de unos 2000¥ -no llega a los 300€-. Desgraciadamente, quien cobra el sueldo base no tiene acceso a estos circuidos teatrales...
Obsesión por el orden
La organización estaba obsesionada en poner orden en muchas de las cosas que normalmente son basura de manera aleatoria; por ejemplo, han querido organizar la recepción de público en filas, y al final del espectáculo también han conseguido que todo el mundo haga una fila para hacerse fotos con nosotros. Aun así, y como todo en todas partes, siempre hay aquellos pillos a los que no vengas con órdenes.
Los niños y niñas son niños y niñas (y los adultos también lo pueden ser)
Los niños y niñas chinos su muy espontáneos; para decirte hola te abrazan de una manera muy generosa y franca. Y como todo por todas partes donde aterrizamos con Tripula, pequeños y grandes salen maravillados, felicitándonos y agradeciéndonos este viaje. El humor y la poética de nuestro espectáculo, pues, ¡ha encajado bien al país del humor amarillo!
Y hacer el turista
Ya fuera del teatro, hemos podido hacer un poco el turista. En el segundo día, en pleno jet lag, ¡ya nos llevaron a ver la Gran Muralla! Otro día fuimos a la Ciudad Prohibida, así como otras atracciones turísticas de visita obligada.
También hemos podido perdernos en una ciudad de 22’5 millones de habitantes, poca broma. Hay días que el aire es casi irrespirable. Hay que andar muy alerta, porque está plagado de bicis y motos eléctricas por todas partes. Y a pesar de que ya llevamos dos semanas, no nos acabamos de acostumbrar a que la gente escupa por la calle, de una manera muy llamativa, abierta y sin ningún tipo de complejo.
Resumiendo, una experiencia intensa, agotadora, enriquecedora y estimulante. Y como que parece ser que esto de viajar en globo les ha gustado, cruzamos los dedos: ojalá volvamos otra ocasión...